Saturday, February 25, 2012

Paseo por Europa


Vacaciones 2012

Por fin llegaron las esperadas vacaciones. Después de barajar varias opciones, pusimos manos a la obra para comprar billetes y encontrar hoteles.
Primer destino: Ámsterdam

2 de Enero, 2012
FELIZ CUMPLE PA!!!!!!!!!

Sobrevolando holanda, me llamó la atención la cantidad de agua que hay por todas partes. Y claro… Paises Bajos…
Del aeropuerto a Estación Central y de ahí un tranvía hasta el hotel a dejar maletas y aprovechar las horas que quedaban de luz. El horario del vuelo era al mediodía así que llegamos con un poco de hambre. Entramos en una tienda de queso holandés, al lado de cada tipo de queso, había un plato con trozos cortados para probar. Por supuesto probamos todos, con romero, tomate, mostaza, pimienta, chili… etc, y repetimos aquellos que más nos gustaron. Comprar… no compramos ni uno.  Hicimos una parada rápida y comimos un hot dog que estaba malísimo y un jugo de fruta en teoría natural.
Multitud de gente caminaba por las calles céntricas, además de todos los que se mueven en bici, que como se sabe, en Ámsterdam es muy típico, coches, motos, tranvías y buses, que aparecían de todos lados, y nosotros acostumbrados a la tranquilidad del campo, mareados sin saber a donde mirar. Intentando no ser atropellados.
Primera parada obligatoria, como no, estando en Ámsterdam, coffee shop. Encontramos uno muy simpático, con gente muy buena onda y con más luz que otros que parecían antros. Pedimos la carta y para mi sorpresa, una lista infinita de diferentes clases de marihuana y hachis con sus respectivos efectos explicados al lado de cada una de las especies. Me lo habían contado, pero hace falta ver para creer, que en un país tan desarrollado, como es Holanda, sea legal no sólo comprar en un bar, si no ver a gente, de todas las edades, sentada, tomando un café, y fumando un cigarrillo simpático tan naturalmente. Aunque como dicen, parece ser que esto cambiará dentro de poco, y que sólo aquel que lleve una credencial de socio podrá comprar en los coffee shop. Así que si tu plan es ir a Amsterdam y darte un paseo con una gran sonrisa y los ojos achinados, apurate!!!  Calentamos el cuerpo con un rico té con menta y seguimos caminando. Canales, bicicletas, casas coloridas y torcidas, puentes iluminados y cerveza Heineken, mi preferida! Todo eso y más, hacen de esta ciudad un lugar encantador. 
Pasamos por un puesto de Oliebollen. Estos, son bollos fritos, típicos de Holanda para estas fechas. Comimos uno para probar. Nada nuevo.  De sabor al donut.   
Llegó la hora de cenar, y como suele pasar en ciudades turísticas, no es fácil encontrar sitios no turísticos. Así que si vamos a cenar en un lugar turístico, vamos al más. Justito en frente del hotel, el cartel de Hard Rock Café. Las hamburguesas no están mal. Pero mucho más no voy a decir. Lo mejor, el rock & roll que no para de sonar.


                        Quesos de Holanda.

             
                        Hot dog y juguito.

                        Típicos tulipanes de Amsterdam

                         Máquina expendedora de hamburguesas y croquetas.










3 de Enero, 2012


Interesados por la obra de Rembrandt, La Ronda Nocturna, quizá la mas grande de sus obras, de la cual mi padre me había contado algunas historias de vandalismo y nueva seguridad, fuimos intrigados, a ver de que se trataba todo aquello.
En el Rijkmuseum se encuentran las más famosas obras del Siglo de Oro holandés. Arte barroco de artistas flamencos.
Al entrar, mis ojos se quedaron como platos al ver una gran pintura de unos  2 metros y medio por 5 y medio. “La Celebración de la Paz de Westfalia en el Cuartel General de la Guardia de San Jorge”  Una magnifica obra de Van der Helst. Imponente, llena de luz, muy realista. Y después de alegrar la vista con obras y más obras, llegamos a la última, la más esperada. “La Ronda Nocturna”. Realmente imponente.
Bajo la lluvia caminamos entre canales por el famoso barrio rojo, donde se puede ver a las prostitutas en los escaparates, si es que no están ocupadas. Me llamó la atención la cantidad de basura que hay en las calles, hablo de mucha, mucha basura. Pero imagino que esto no es así normalmente, si no la resaca de noche vieja.
Y cuando la lluvia no nos dejó caminar más, entramos a calentar el cuerpo con un te en un coffee shop esperando la hora de comer.
Por fin, pasamos delante del templo budista. Ese, que me habían mostrado unos amigos en una foto, amarillo, imposible de ignorar. El templo era el punto de guía para llegar a un restaurante tailandés en el que al parecer se come muy bien. Lo encontramos y tuvimos la suerte de ser los últimos en entrar. Es un local muy pequeño, regentado por una familia tailandesa. Muy auténtico. Muy rico y muy buen precio. Mis calamares con pimientos estaban sabrosísimos, con una salsa algo dulce y un poco picante.
La lluvia no nos dejó hacer mucho, otra vez tuvimos que buscar cobijo en un coffee shop  hasta que por fin paró y aprovechamos a dar una vuelta en barco por los canales, y enterarnos un poco de cómo viven los ciudadanos de Ámsterdam, y algo de historia, gracias a la guía. Y por supuesto unas heineken bien frías.  


                          Rijkmueseum.

                          Las sucias calles del centro.

                         Tom Yam de gambas.

                          Calamares con pimientos y guindilla

                          Ternera con champiñones y coliflor





Restaurante The Bird: 72 - 74 Zeedijk, Ámsterdam 1012 BA, Países Bajos. www.thai-bird.nl/






4 de Enero, 2012

Sólo unas horas nos quedaban antes de partir. El tiempo perfecto para preparar las maletas y salir a dar un paseo por el Vondelpark que estaba a solo unos pasos del hotel. Un parque enorme, con lagos, patos, puentes y muchos árboles. Un espacio verde siempre tan necesario entre tanto asfalto. Un lugar en el que como se ve, la gente pasea perros, niños o hacen algo de deporte.
Y antes de dejar Ámsterdam, nos hicimos de un buen trozo de queso Gouda (holandés, por supuesto) curado, pan y algo de fruta para el viaje en tren. 



                         Vondelpark.

                         Parking de bicicletas al lado de la estación de trenes.
  





Y en sólo tres horas estábamos en Paris, en pleno centro de la ciudad. En Estación du Nord. De ahí en metro hasta el hotel para dejar las maletas y salir otra vez a caminar. El plan era ir a ponernos en lista de espera en L´Atelier de Jöel Robuchon, para darnos esa cena tan esperada.
Salimos del hotel alrededor de las 6 de la tarde,.Ya estaba oscuro, por lo tanto, podíamos apreciar las luces de la ciudad. Pasamos por delante del Hotel du Ville, cruzamos el primer puente y llegamos a Notre Dame. Gran símbolo de Paris. Una foto para el recuerdo, y seguimos paso hacia St. Germain. El Sena, con los puentes iluminados, el reflejo de esas luces en el río, el barco que pasa cargado de turistas contemplando el paisaje en movimiento, edificios imponentes… Cuánto más lindo es París de noche!
Caminamos por el barrio St. Germain hasta por fin llegar al restaurante. Por suerte tenían sitio. Joel Robuchon es el cocinero con más estrellas Michelin que hay en este momento, es por eso, que, a pesar del precio, es muy difícil encontrar mesa.
No era la primera vez que cenaba en este lugar. La primera, hace un año, me causó tal placer que me hizo pensar que vale la pena gastar unos ahorros para deleitar el paladar. Aunque no voy a mentir, ninguna de las 2 veces, pague yo!

Aquí no hay mesas, sino una gran barra que rodea la cocina, para así apreciar el gran trabajo que hacen en la cocina. Bueno, en realidad nuestra barra daba a la ventana…
Apenas sentarnos nos trajeron pan, pedimos una botella de vino y mantequilla para ese espectacular pan francés. En la carta todo suena tentador. Queríamos probarlo todo. Yo quise pedir una tostada con pie de cerdo que comí la otra vez, pero se había acabado, entonces, la camarera nos recomendó otra tostada que hacen con tuétano.
De uno en uno nos fueron trayendo los entrantes que compartimos. Más pan, más vino y los segundos. La cena fue agradablemente lenta, perfecta para poder disfrutar  cada sabor.

Alegrones, después de dos botellas de tinto, volvimos paseando al hotel. Pero antes, paramos en un bar a tomar café con un crepe de nutella y helado de vainilla. Como si no hubiéramos cenado!



                         Restaurante L´Atelier de Joël Robuchon.

                          En acción.

                                   

                         Calamares con alcachofas y sabores ibéricos.

                         Foi gras de pato con pan tostado.

                         Medula ósea con un toque de mostaza sobre pan tostado.

                         Codorniz rellena de foi gras y caramelizada, con puré de patatas trufado.
   
                         Tartar de ternera con patatas fritas.

                          Museo del Louvre.

                          Centro Pompidou.

L´Atelier de Jöel Robuchon: 5, rue de Montalembert, 75007 París, tel: (0033) 01 42 22 56 56. www.joel-robuchon.net/






5 de Enero, 2012

Nos despertamos prontito para aprovechar el día. Salimos en busca de algo para desayunar. El hotel esta en el barrio Les Marais. Mi preferido de París, por sus angostas calles llenas de tiendas y galerías de arte. Caminamos por la rue Rambouteau hasta llegar a “Hure” la panadería en la que suelo comprar pan cuando vengo a París. En la vitrina hay tortas, bocadillos, croissants y una gran variedad de pasteles. Nuestra elección fue: Pain aux chocolat (pan con chocolate), pain aux raisins (pan con pasas de uva), y croissant.
Caminamos con lluvia por Champs Élysées, rue de la Montagne, cruzamos el Sena, y llegamos a la Torre Eiffel. Ya eran la una del mediodía y llevábamos cuatro horas caminando. En metro fuimos hasta Montmatre para ver el Sacre Coeur.
Cuando bajábamos caminando, pasamos por un puesto de mariscos. Un camarero del bar de al lado, se llevaba una bandeja de ostras al bar. Nos miramos, y sin decir palabra, entramos. En la barra un cartel con la gran oferta: 9 ostras y una copa de vino blanco 12€. Sin darnos cuenta estábamos en un auténtico bar de barrio. Los clientes, se notaba, era gente local, empresarios y gente mayor. Seguramente, clientes de toda la vida. Pedimos la primera bandeja de ostras, y luego, la segunda. No soy muy fanática de las ostras, sinceramente, parece que te metes una ola de mar en la boca. Pero el paladar se acostumbra, y ese era mi propósito. Algunas con limón, otras con vinagre y cebolla, otras sin nada, como decía el simpático camarero que se han de comer, para no matar su suave sabor.
Seguimos caminando, pasamos por la Opera, y paramos en una tienda de dulces marroquíes a tomar café. Miles de pasteles diferentes. Pedimos consejo a la camarera y nos decidimos por uno de pistachos, otro de dátiles y otro con nueces. Uno más rico que otro.
Y para esta noche, otro gran plan. Por fin iba a ver por primera vez el Cirque du Soleil. 3 horas de show en el que volví a ser una niña. Payasos, malabaristas, trapecistas, y mucho más. Mucho más que un circo. 
Y antes de volver al hotel y para calentar el cuerpo, cenamos una clásica sopa de cebolla con queso Emmental gratinado. 



                                    Pastelería Hure.


                         La marisquería.

                         Restaurante La Mascotte.


                         Los dulces marroquíes.

                          El Chapiteaux del Cirque du Soleil.

                          Sopa de cebollas gratinada.

                          Clásico de todas las mesas parisinas. La infaltable mostaza.

Patisserie Huré: 18, rue Rambuteau - 75003 Paris

Restaurante La Mascotte: 52 Rue des Abbesses  75018 Paris, tel: (0033) 01 46 06 28 15. www.la-mascotte-montmartre.com
Patisserie La Bague de Kenza: 136, Rue Sain Honoré. http://labaguede.kenza.free.fr/






6 de Enero, 2012

Hoy toca volar. Destino: Bilbao con escala en Barcelona.
Salimos temprano hacia Orly y llegamos a Bilbao a las cuatro de la tarde, donde nos esperaban unos amigos en el aeropuerto. 
Para festejar el reencuentro pizza y birras.
Mientrar volamos, nos entretenemos con la revista "ling", escribiendo una historia que ahí se queda.
Y otra revista... en esta, un dibujo


                              Esta es nuestra historia.

                         Y los dibujos.

                              Entre avión y avión, y de escala en Barcelona, botellita de vino español con queso y leverwurst holandés, un clásico!!      
                                 





7 de Enero, 2012

Por fin llegó el tan esperado momento. Salir de pinchos en Bilbao. La gente se junta en los bares, toman cañas, o vino y se elije entre todos los pinchos que se exponen en la barra. Cada bar parece un museo de pinchos propios, algunos de ellos ganadores de certámenes mundiales de alta gastronomía. Hay montones, de diferentes combinaciones, texturas, formatos y colores.
Hoy caminamos entre toda la gente que había en la calle, que eran muchos, debido a que empezaban las rebajas en las tiendas y a una manifestación por los derechos de los presos de ETA (organización terrorista española).
Fuimos a la plaza mayor y cayeron las primeras birras. Y por supuesto los primeros pinchos. Una o dos birras en un bar, y pasamos al siguiente. Esto es así, se pasa de bar en bar en busca de sus especialidades. Se acerca la hora de comer y cada vez hay más gente en las calles. Los bares y restaurantes estaban abarrotados. Nos fue imposible reservar mesa, hasta que por fin encontramos un sitio. Los platos de los comensales no se veían muy tentadores, pero ya no había opción. Comimos, y no tan bien, y menos buena fue la atención de los camareros. Esto es lo que pasa un sábado de mucho trabajo, y a última hora.
La manifestación había empezado, y por lo tanto el tráfico nos hizo tardar más de lo pensado para salir del centro. Nos despedimos de nuestros amigos y arrancamos viaje hacia San Sebastián.


                        Pincho de champiñones y jamón.

                         Una opción clásica: pincho de croqueta, que puede ser de bacalao jamón, o zetas.

                         Nuestra elección: Pincho de jamón y girgola.

                         Otro clásico de los bares de Bilbao. Caldo, generalmente de carne, o pollo. Muy bueno! Ideal para calentar el cuerpo en esta época del año.

                         Otro infaltable. Tortilla. Las hay clásicas, o con pimientos, chorizo, rellenas de jamón y queso, atún y mayonesa...

                         Nuestra elección: Jamón con queso fresco. Y bacalao ahumado.

                         Las calles del casco antiguo de Bilbao.

                         Fuimos al bar donde trabaja el hermano de mi amigo donde la gente va en busca de los calamares a la romana. Bien hecho! Estaban buenísimas!









Este es un viaje gastronómico, por lo que no podía faltar un paseo para degustar las obras gastronómicas de arte de esta ciudad que alberga el mayor numero de estrellas Michelin del mundo. Y donde también las barras están llenas de pinchos.
Después de una ducha y un corto descanso, volvimos a salir de bares, y a seguir con el ritual de birras, txacoli (vino blanco típico de la zona) y pinchos.


                         Bacalao a la plancha con alcachofas.

                         Presa Ibérica con salsa romescu.

                         Seguimos con la excursión de bares.

                         Pincho de foi a la plancha.

                          Chipirones en su tinta.

                          Crepe de bacalao al pil pil.


Taverna Gandaria: Calle 31 de Agosto, 23, 20003 San Sebastián. Tel: 943426362 http://www.restaurantegandarias.com/es/ 






8 de Enero, 2012

Hoy bajamos al centro de la ciudad, recorrimos sus callejuelas, hicimos una parada obligatoria, para probar una mini hamburguesa de carne de Kobe y pan casero de ketchup. Dimos un paseo por el puerto. Y a la hora de comer, nos fuimos al restaurante Txapela Taberna en busca de sus “huevos con todo”. Un plato no apto para quienes tengan colesterol alto. Croquetas, lomo a la plancha, patatas fritas, pimientos del piquillo, salchichas y claro, un par de huevos fritos.
A la noche, y para acabar con este viaje en el que de comer, nunca nos ha faltado, nos fuimos a Hondarribia (nombre en euskera), Fuenterrabía en español, un pueblo a 20 minutos de San Sebastián que limita con Francia. Un pueblo en el que se nota el paso del tiempo, pero muy bien conservado. Rodeado de un fuerte, con sus calles de adoquines, casas con detalles en madera y balcones adornados de flores. 
Nos llevaron a un bar en el que fue muy difícil decidirse entre tantos pinchos. Muchos de ellos con premios a mejor pincho del año. Mi elección fue: Un pincho muy bien presentado, en un vaso, con estofado de zetas en el fondo, huevo mollet de codorniz, crema de berza y espuma de espinacas. Esto no era todo. A su lado, otro vaso de chupito que despedía una bruma, con la que el chef imita la bruma de la ciudad. Esto es sólo para sentir su aroma. Increíble.
El otro fue un chipirón relleno de foi con arroz negro. Otra vez, no me equivoqué.
Y eso no fue todo. Nunca basta con un bar, así que fuimos a otro donde comimos un pincho de presa ibérica. Un gran clásico: pimientos del padrón. Y las infaltables croquetas de jamón.


                         Ayuntamiento de San Sebastián.

                   
                         Bahía de San Sebastián.

                          Bar A Fuego Negro.


                         Donde comimos la famosa hambuerguesita de carne de Kobe.

                          Los huevos con todo del restaurante Txapela Taberna

                          Pincho de zetas, con huevo de codorniz y berza.

                          Pincho de chipirón relleno de foi y arroz negro.

                          Pincho de bacalao con patatas.

                         Pincho de foi con bacalao.

                         Pincho de presa ibérica con tomate.

                         Pimientos del padrón. (como se dice: Unos pican y otros no)

                         Croquetas de jamón.

                         Y por ahí, en la calle. un expendedor de leche fresca.

                           Hondarribia.


Bar A Fuego Negro: Calle 31 de Agosto, 20003, San Sebastián. http://afuegonegro.com/
Bar Txapela Taberna: Paseo de Igeldo, 3  20008 Donostia-San Sebastián, tel: (0034) 943 31 03 46 
Bar Gran Sol: Calle San Pedro Kalea, 63, 20280, Hondarribia. Tel: 943647075 http://www.bargransol.com/ 
Restaurante Enbata: Calle Zuloaga, 5, 20280, Hondarribia. Tel: 943641400 http://www.hoteljauregui.com/restaurante.htm

 





9 de Enero, 2012

Y como todo llega a su fin. Hoy nos despertamos y fuimos directos a la estación de autobuses. De ahí a Bilbao para ir al aeropuerto, pero no sin antes llenar el estómago con un pincho de tortilla y un mini bocadillo de jamón.
Arrival, y fin del viaje: De vuelta en casa. Ibiza